Presentación Introductoria al Altruismo Eficaz

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TL;DR: Spanish-Speaking Introduction to Effective Altruism covering key concepts like EA itself, 80,000 Hours, Longtermism, and the ITN Framework.

Message to the English-Speaking Community (Mensaje para la comunidad angloparlante):

Hey everyone!

I’m David, a 21-year-old Computer Science student at the University of Buenos Aires (Argentina). I recently delivered an introductory talk on Effective Altruism (EA), drawing inspiration from Ajeya Cotra’s style and targeting young adults.

During the talk, I covered various important concepts such as Effective Altruism itself, the idea of 80,000 hours, Longtermism, and the ITN Framework (translated into Spanish), after sharing my personal journey of discovering these concepts and why they hold significance for me.

As part of my ongoing efforts to address the lack of Spanish content on the EA Forum, I am sharing a link to the talk and the accompanying transcript in the form of an article.

Spanish, being the second most widely spoken language in the world and extensively used on the internet, deserves greater representation within the EA community. My hope is that this initiative will help bridge the gap and make EA concepts more accessible to Spanish speakers.

I.

Hola, soy David, tengo 21 años y estudio Computación en la Universidad de Buenos Aires. Escribo este artículo para contarles sobre un concepto que transformó radicalmente mi vida: el Altruismo Eficaz.

El Altruismo Eficaz es un proyecto que tiene como objetivo encontrar las mejores formas de ayudar a los demás y ponerlas en práctica.

Es tanto un campo de investigación que busca identificar los problemas más urgentes del mundo y las mejores soluciones para ellos, como una comunidad práctica que busca utilizar esos hallazgos para hacer el bien.

Pero… para que entiendan por qué es tan importante para mí, y poder profundizar en esto, necesito antes contarles un poco de mi historia:

Bueno, fue en marzo de 2020, cuando habiendo cumplido 18 años, terminé la secundaria. El mismo mes me quedé sin hogar justo antes de empezar la universidad, cuando mi padre me echa de la habitación que compartíamos en una vivienda colectiva. Terminé siendo hospedado en la casa de un amigo y comencé a buscar empleo.

Eran tiempos difíciles, de pandemia, la actividad económica había quedado paralizada.

Por suerte, entre mala y buena, me contrataron como empleado de limpieza en un Hospital.

Durante mi tiempo trabajando ahí, pude ser testigo de lo colapsado que se encontraba el sistema sanitario. Veía a personas ansiosas esperando en la guardia, pacientes sufriendo de enfermedades graves, y los trabajadores de la salud que se encargaban de tratarlos, completamente exhaustos. Con la emergencia sanitaria sumándose al caos, era un ambiente bastante estresante, incluso aterrador.

En ese ambiente yo trabajaba.

Y a la vuelta iba a un comedor comunitario que maneja una iglesia en el barrio de Constitución, para pedir comida. Es ahí donde me doy cuenta de que el hambre, frío, y desesperación que yo sentía, eran cotidianos para una parte significativa de nuestra sociedad.

Durante esta época, hubo noches en las que simplemente lloraba, sintiéndome completamente impotente. No entendía cómo el mundo podía llegar a ser tan injusto, y la gente capaz de ayudar, con recursos de sobra, tan indiferente a la tragedia de otros.

Eventualmente llego a una posición cómoda, habiendo conseguido empleo como programador podía trabajar desde el confort de un departamento en el barrio más caro de Buenos Aires, alejado de los comedores comunitarios y los hospitales. Viviendo en una burbuja, lentamente, me fuí olvidando de la gente que encontraba en esos lugares, de los pobres y enfermos, los más desfavorecidos.

Altruismo Eficaz

Hasta que el año pasado, leo un libro, “La Vida que Puedes Salvar”, de Peter Singer, un filósofo. En este libro, el autor argumenta que, mientras no sacrifiquemos nada de igual importancia moral, tenemos la responsabilidad de ayudar a quienes más lo necesitan.

Y no sé ustedes pero yo, de chico, siempre quise ser un héroe. Siempre imaginé que sería esa persona que iría a rescatar gente de un edificio incendiado. Siempre imaginé que cuando algo suficientemente dramático pasara, cuando llegara el momento, yo tomaría la iniciativa.

Después de lo que viví, pude darme cuenta que ese algo suficientemente dramático ya estaba pasando. Incontables personas eran, y siguen siendo, víctimas de injusticia, pobreza, o enfermedades.

No podía seguir de brazos cruzados, así que me propuse hacer la diferencia.

El único problema era que no sabía exactamente cómo, tampoco qué causas elegir. Hay tantas: desde Cambio Climático, Derechos Humanos o Animales, hasta Pobreza o Salud Global.

Buscando más información sobre este tema termino conociendo el Altruismo Eficaz: un movimiento social y filosófico que tiene como objetivo encontrar las mejores formas de ayudar a los demás y ponerlas en práctica.

Esta idea resonó profundamente conmigo, y quise difundirla. Ya que creo firmemente en lo siguiente:

II.

Nuestra carrera es la mayor oportunidad que tenemos para lograr un impacto positivo.

Pienso esto por dos razones:

  1. En tu carrera profesional vas a invertir la mayor parte de tu vida. Descontando el estudio, donde pasas 5-6 años. Digamos que trabajas 40 horas a la semana, 50 semanas al año, durante 40 años, eso serían 80 mil horas que invertís en tu carrera. Esta es una cantidad de tiempo importante, que podés elegir invertir de muchas maneras diferentes.

  2. Parece haber enormes diferencias en el impacto entre diferentes tipos de carrera. La elección que hagas sobre dónde dirigir y desarrollar tu carrera influye significativamente en cuánto impacto podés llegar a tener, la diferencia puede ser incluso como la de entre un lago y un océano: tus elecciones podrían hacer que tus esfuerzos sean cientos o incluso miles de veces más productivos.

¿Y qué hace una carrera exitosa?

Cuando terminemos cada jornada laboral, o cuando miremos hacia atrás en cómo hemos pasado la mayor parte de nuestra vida, queremos sentir que tuvimos una carrera exitosa.

Y creo que el factor más importante para sentirnos exitosos es tener una carrera significativa, contribuir, hacer del mundo un lugar mejor con nuestro trabajo.

Vivimos en un mundo en el que hay muchísimos problemas urgentes, y no parece que se estén tomando las medidas adecuadas.

El cambio climático, la crisis humanitaria que hay en países tercermundistas, o el sufrimiento por enfermedades, son algunos ejemplos. Al enfrentarnos a esta realidad, podemos sentirnos preocupados, y cuestionar si estamos haciendo lo suficiente.

La buena noticia es que, si estás escuchándome, probablemente podés hacer algo al respecto, trabajar en algunos de estos problemas importantes y marcar una gran diferencia usando tu carrera.

Informándote, y pensando cuidadosamente en cómo podés orientar mejor tu carrera, podés hacer que tu trabajo haga una diferencia significativa.

Para mí, vale la pena reflexionar al menos unas horas sobre dónde pensás invertir 80 mil horas de tu vida. Y si estás de acuerdo conmigo, entonces podemos hacernos otra pregunta:

¿En qué problema deberíamos trabajar?

De todos los muchos problemas que enfrenta el mundo, ¿en cuál deberíamos concentrarnos?

Para responder esta pregunta podemos usar un simple método que nos ayuda a comparar problemas globales y descubrir cuáles son más urgentes.

Se llama “TFD”, por las iniciales de sus tres factores: Tamaño, Facilidad, y Desatención.

El método TFD funciona así: la prioridad de un problema es mayor si es más grande, más fácil de resolver y más desatendido. Un mayor tamaño es mejor, porque tenemos más que ganar si resolvemos el problema. Una mayor facilidad es mejor porque puedo resolver el problema con menos tiempo o dinero. Y una mayor desatención es mejor debido a los rendimientos decrecientes. Por esto de que cuantos más recursos se hayan invertido en resolver un problema, más difícil será hacer progreso adicional.

El método TFD nos permite hallar, por nosotros mismos, cuáles problemas merecen ser priorizados, o en otras palabras, donde es que podemos tener el mayor impacto positivo.

Así que pongamos el método TFD en práctica. Recordemos: si un problema tiene gran tamaño, es fácil, y está desatendido, entonces probablemente sea un buen candidato para elegir.

Uno de esos buenos candidatos parece ser el problema de la salud global. La humanidad ha hecho bastante progreso por este lado.

Las tasas de muerte por sarampión, malaria y enfermedades diarreicas han disminuido en más del 70 por ciento. Incluso en 1980, erradicamos la viruela. Se estima que con eso fueron salvadas más de 60 millones de vidas.

Y actualmente, la malaria mata a más de 600.000 personas al año, en su mayoría niños africanos con menos de 5 años de edad. Una forma de ayudarlos es donando 5 dólares para que reciban medicina preventiva. Descubrir que podés proteger la vida de un niño, gastando el 2% de lo que cuesta un televisor, o el 1% de lo que cuesta una Play Station 4, es un gran ejemplo del potencial que tiene hacer altruismo eficaz (para más información, o si te interesa donar, puedes hacer click en este enlace).

Otro gran problema, que merece prioridad según el método TFD, es el sufrimiento de los animales, víctimas de la ganadería industrial. Esto es sumamente desatendido.

Se usan 70 mil millones de animales terrestres cada año para alimentación, y la gran mayoría de ellos son criados en condiciones de vida horrorosas. Podríamos mejorar significativamente sus vidas. Sin embargo, esto está increíblemente desatendido.

Hay 3500 mil veces más animales muriendo en granjas industriales que en refugios para perros o gatos callejeros, pero aún así, estos últimos reciben 60 veces más donaciones.

Eso significa que recursos adicionales en esta área podrían tener un impacto verdaderamente transformador (para más información, o si te interesa donar, puedes hacer click en este enlace).

Finalmente, existe toda una categoría de problemas que, aunque difíciles, son extremadamente grandes y desatendidos: me refiero a riesgos existenciales, problemas que ponen en peligro la existencia y el potencial futuro de la humanidad. Tenemos ejemplos como una guerra nuclear, pandemias, o el cambio climático, entre otros (para más información puedes hacer click en este enlace).

Son problemas donde la incertidumbre es mucho mayor que en los anteriores, pero al mismo tiempo, el beneficio potencial es enorme. Esto justifica que nos detengamos un poco más en ellos, aplicando el método TFD.

En primer lugar, el tamaño. ¿Qué tan malo sería si hubiera una verdadera catástrofe existencial? Bueno, implicaría la muerte de las ocho mil millones de personas que habitan este planeta, lo que significa que vos y todos los que conocés y amás estarían incluidos. Eso es una tragedia de un tamaño inimaginable. Pero además, también significaría la limitación del potencial futuro de la humanidad, el cual es inmenso.

Consideren que la especie humana existe desde hace unos 200 mil años, y si viviera tanto como una especie mamífera promedio, sobreviviría unos dos millones de años más. O sea que, si la especie humana fuera un individuo, hoy tendría solo 10 años. Pero además, la especie humana no es una especie mamífera promedio.

Si somos cuidadosos, quizás podríamos superar al promedio. La Tierra seguirá siendo habitable durante otros 500 millones de años. Y si algún día colonizamos otros planetas, la civilización sería capaz de continuar durante miles de millones de años más.

Así que el futuro podría ser realmente grande, ¿pero será bueno? ¿Realmente vale la pena preservar la especie humana? Bueno, escuchamos todo el tiempo cómo las cosas están cada vez peor, pero creo que cuando consideramos el largo plazo, debemos reconocer un progreso extraordinario.

Aquí, por ejemplo, está la esperanza de vida a lo largo del tiempo.

Aquí está la proporción de personas que no viven en pobreza extrema.

Aquí está el número de países a lo largo del tiempo que han despenalizado la homosexualidad.

Aquí está el número de países a lo largo del tiempo que se han vuelto democráticos.

Luego, cuando miramos hacia el futuro, podría haber mucho más por ganar nuevamente. Podríamos resolver tantos problemas que hoy son intratables.

Entonces, si esto es una especie de gráfico de cómo ha progresado la humanidad en términos de florecimiento humano total a lo largo del tiempo, bueno, esto es lo que esperaríamos que pareciera el progreso futuro. Es inmenso.

Aquí, por ejemplo, es donde esperaríamos que nadie viviera en extrema pobreza.

Aquí es donde esperaríamos que todos estuvieran mejor que la persona más rica viva hoy en día.

Y esto sería posible en unos cientos de años. Una vez que pensemos más allá, bueno, no podemos ni siquiera imaginar lo lejos que seríamos capaces de llegar.

Entonces, el futuro podría ser muy grande y podría ser muy bueno, pero ¿hay formas en que podríamos perder este valor? Lamentablemente, sí.

Los últimos dos siglos trajeron un tremendo progreso tecnológico, pero consigo, riesgos existenciales como la guerra nuclear o la posibilidad de un cambio climático extremo. Y hay otros en el horizonte. La biología sintética podría darnos el poder de crear virus de contagiosidad y letalidad sin precedentes. La geoingeniería podría darnos el poder de alterar dramáticamente el clima de la Tierra. Y la inteligencia artificial podría darnos el poder de crear agentes inteligentes con habilidades mayores que las nuestras.

Ahora, no estoy diciendo que alguno de estos riesgos sea particularmente probable, pero cuando hay tanto en juego, incluso las pequeñas probabilidades importan mucho.

Para que entiendan mejor mi punto, imaginense subiendo a un avión. Estás un poco nervioso, y el piloto te tranquiliza diciendo: “Solo hay una probabilidad entre mil de que se estrelle. No te preocupes”. ¿Te sentirías tranquilo? Obviamente no.

Por eso, aunque algunos de estos riesgos existenciales sean poco probables en el corto plazo, a la larga se vuelven insostenibles. Y trabajar en reducirlos parece muy urgente y necesario.

Otras áreas

Solo traté algunos posibles problemas globales urgentes, pero hay tantas prioridades potenciales diferentes que podríamos tener, porque todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre lo que es más importante. Además, es bueno investigar una variedad de áreas, porque las habilidades de cada uno son diferentes.

Después de encontrar un área prometedora según el método TFD, también hace falta pensar en tu aptitud personal: es decir, dadas tus habilidades, recursos, conocimientos, conexiones, o pasiones, ¿qué tan probable es que sobresalgas en esta área?

Si entras en un área que encontrás desmotivante, entonces dudosamente vas a hacer una diferencia. Considerando que los mejores suelen tener de 10 a 100 veces más impacto que el promedio.

Tan sólo ayudando a una causa eficaz, nuestro impacto podría ser cientos o miles de veces más grande. Como hay multitud de causas, y (como todo el mundo) tenemos recursos limitados, cada uno puede elegir aquella que personalmente le parezca más convincente.

III.

Llamado a la acción

La mayoría de nosotros quiere marcar la diferencia, hacer algo cuando vemos sufrimiento, injusticia y muerte.

Pero descubrir cuál es ese “algo”, y mucho menos llevarlo a cabo, es difícil, y el desafío puede ser desalentador.

Si son personas curiosas, ambiciosas, y quieren hacer del mundo un lugar mejor, entonces creo que este movimiento y comunidad es para ustedes.

Pueden hacer click aquí para conocer los grupos locales de cada país hispano.

Si quieren participar, pueden contactarlos y van a recibir atención personalizada.

Para leer más sobre el altruismo eficaz, pueden consultar Bilbioteca Altruismo Eficaz.

¡Muchas gracias por haber leído este artículo! Espero hayas aprendido algo nuevo.